Uno no entiende cómo esta clase de cosas suceden.
Lo que podía ser un milagro, se transforma en una catástrofe.
Lo que podía ser perfecto, se convierte en imposible.
Lo que podía ser amor, se vuelve soledad.
Lo que podía ser diálogo, se traduce en silencio.
Lo que podía ser un camino, muta en laberinto.
Lo que podía ser una poesía, se hace página en blanco.
No hay un orden, estamos libres al azar, al destino, a un juego de dados. Si no ganas de mano, te conviene levantarte de la mesa. No hay segunda vuelta, no hay otra oportunidad, las apuestas están tomadas y nadie tiene el número ganador, no hay mayoría, no hay chance. El universo es aleatorio.
Suerte para la próxima. Y sólo queda seguir participando..
No hay comentarios:
Publicar un comentario