lunes, 5 de septiembre de 2011

Él, ése, tú..->


Quise a un hombre de mirada vacía, con los labios desgastados, con la vida deteriorada, con marcas de rabia en la frente y cicatrices en los brazos, estuve con un hombre con sudor a pasado.

Hay historias que sin duda merecen ser contadas, otras como ésta, simplemente enterradas bajo una cama de hotel.

Casi no recuerdo nada de ésa relación o tal vez me niego a recordar.

A veces me gusta pensar que es ficción, que esa historia fue sólo un invento de un “mal sueño” y borrar los momentos cobardes cuando él me pegaba y no me dejaba ir o los que vivo ahora, cuando él me acosa.

Es fácil evadir a la persona cuando se trata de huir y en eso, me convertí en una especialista después de conocerlo. Cuando terminé mi relación con él, vinieron días donde desgasté mis horas odiándolo, escupiendo su acoso, rompiendo sus fotos, aplastando su imagen, huyendo por mi vida, intentándolo todo, convenciéndome de nada.

Cuando estás con un ser tan híbrido y vacío, te quedas con las manos hechas arena, los ojos hechos polvo, el cuerpo hecho ceniza, los labios hecho dolor y así fue cómo sobreviví ante sus mentiras, ante sus golpes, ante su sombra.

Él no es un humano, es un animal que siempre utilizó sus instintos para engañar a todos (hasta a mi en un principio), sus lágrimas para aparentar y sus arrebatos para fingir que me quería. Una contradicción, una ficción, sólo eso..

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